Una noche puede ser tiempo más que suficiente para dar un paseo por Nueva York, aunque para ello haya que ponerse un Pijamarama. Basado en la técnica de animación ombro-cinema, la lámina de rayas verticales en acetato a través de la cual el lector consigue dar movimiento a las imágenes, es la protagonista. Este elemento hace que el movimiento, los sonidos, el caos circulatorio y el ir y venir de la gente en la gran manzana estén presentes en este singular viaje para todas las edades.
Una noche puede ser tiempo más que suficiente para dar un paseo por Nueva York, aunque para ello haya que ponerse un Pijamarama. Basado en la técnica de animación ombro-cinema, la lámina de rayas verticales en acetato a través de la cual el lector consigue dar movimiento a las imágenes, es la protagonista. Este elemento hace que el movimiento, los sonidos, el caos circulatorio y el ir y venir de la gente en la gran manzana estén presentes en este singular viaje para todas las edades.
Nueva York en pijamarama
-Buenas noches, chaval. Es hora de apagar la luz.
-¡Buenas noches, papá! Todo está muy oscuro…Menos mal que tengo un pijama de rayas: es la ropa ideal para meterse en la cama.¡Yupiiii! A la hora de acostarse…empezamos a soñar. ¿Me acompañáis?
-Pero, ¿dónde estoy? Parece..¡Nueva York! ¡Tuuuut!¡Pin Pon!¡Brouuum!- Yes!¡Es verdad, estos son los sonidos de Nueva York! Estos son los grandes almacenes, sus luces, las miles de personas que se cruzan, que suben y bajan.