En todos los monstruos late el corazón de un niño, aunque nos asusten por su aspecto. Así lo cuenta este álbum a los más pequeños, a través de la perfecta armonía que crean el breve texto -con una tipografía que remarca las R para reforzar la tensión y el misterio de la narración- y las ilustraciones de tonos marcadamente oscuros que se ocupan de crear la ambientación perfecta, un entorno de oscuridad en el que asoman unos personajes que inspiran más ternura que miedo.
En todos los monstruos late el corazón de un niño, aunque nos asusten por su aspecto. Así lo cuenta este álbum a los más pequeños, a través de la perfecta armonía que crean el breve texto -con una tipografía que remarca las R para reforzar la tensión y el misterio de la narración- y las ilustraciones de tonos marcadamente oscuros que se ocupan de crear la ambientación perfecta, un entorno de oscuridad en el que asoman unos personajes que inspiran más ternura que miedo.
A todos los monstruos les da miedo la oscuridad
A veces, en esas noches en que la luna llena ilumina el interioR de las casas, se escuchan extRaños lamentos. Son los monstRuos de la noche a los que, escondidos en los aRmaRios o acuRRucados bajo las camas, les castañetean los dientes.