La joven Jess toma la palabra y cuenta, con un tono desgarrador cargado de sentimientos de culpa, lo acontecido en el campamento de verano: la desaparición de una de las niñas, el arresto por asesinato de su mejor amiga, el juicio... y su silencio. Los recuerdos y las notas de su diario se mezclan en una fórmula narrativa que dibuja para el lector el transcurso de los hechos, al tiempo que refuerza el tono de misterio de la novela y hace explícitas las emociones de los personajes protagonistas.
La joven Jess toma la palabra y cuenta, con un tono desgarrador cargado de sentimientos de culpa, lo acontecido en el campamento de verano: la desaparición de una de las niñas, el arresto por asesinato de su mejor amiga, el juicio... y su silencio. Los recuerdos y las notas de su diario se mezclan en una fórmula narrativa que dibuja para el lector el transcurso de los hechos, al tiempo que refuerza el tono de misterio de la novela y hace explícitas las emociones de los personajes protagonistas.
Maldita seas, Casey
Bienvenido a La Cucaracha. Nadie lo llama La Cuchara, al menos nadie de por aquí. Tú no eres de por aquí, ¿verdad? Los lugareños saben que es mejor no comer en este antro. Aun así, estamos a mitad de la noche y muy cerca de la autopista. Cuando llega la tormenta ningún puerto es malo, ¿a que no?