Pato ha visto una bici y decide darse un paseo por la granja. El resto de los animales piensa que es algo estúpido, una pérdida de tiempo y, además, peligroso. Pero algo inesperado ocurre cuando descubren más bicicletas cerca de la casa. Esta sencilla historia está contada con un lenguaje ágil, lleno de onomatopeyas y muy cercano al niño. Sus fantásticas ilustraciones completan el buen resultado final y transmiten una buena dosis de ironía.
Pato ha visto una bici y decide darse un paseo por la granja. El resto de los animales piensa que es algo estúpido, una pérdida de tiempo y, además, peligroso. Pero algo inesperado ocurre cuando descubren más bicicletas cerca de la casa. Esta sencilla historia está contada con un lenguaje ágil, lleno de onomatopeyas y muy cercano al niño. Sus fantásticas ilustraciones completan el buen resultado final y transmiten una buena dosis de ironía.
Pato va en bici
Un día, el Pato, al ver la bicicleta que el niño había dejado, tuvo una idea: «Seguro que yo sabría llevar una bici».
Se acercó a ella, montó, y empezó a pedalear. Primero iba muy despacio, y se tambaleaba bastante, pero ¡era divertido!