Con esta sencilla historia sobre el descubrimiento de la vida el autor plantea al lector una verdadera reflexión acerca del valor del silencio, la espera y la belleza de las cosas más pequeñas de la creación. El texto, de gran calidad narrativa y ágil lectura, se combina con unas ilustraciones limpias y claras. El resultado final es un relato dotado de gran expresividad y movimiento. Con esta sencilla historia sobre el descubrimiento de la vida el autor plantea al lector una verdadera reflexión acerca del valor del silencio, la espera y la belleza de las cosas más pequeñas de la creación. El texto, de gran calidad narrativa y ágil lectura, se combina con unas ilustraciones limpias y claras. El resultado final es un relato dotado de gran expresividad y movimiento.
El movimiento continuo
Una vez... Gregorio vio cómo crecía un helecho. Ver aquel prodigio fue el principio de todo. Mucho más tarde, cuando el verano ya tocaba a su fin, Gregorio recordó aquel momento milagroso, junto al tobogán de los ratones, con Andrea muy cerca de él. El brote más pequeño y tierno, en la punta del helecho, parecía temblar. Gregorio no pensaba en nada. Lo miraba y nada más.
Este libro trata de:Relaciones personales, Relación niño-adulto, Verano, Inventos, Estaciones del año, Amistad, Aprendizaje, Asturias (Comunidad Autónoma), Comunidades autónomas