El universo literario de Roald Dahl es uno de los más peculiares e inquietantes de la literatura anglosajona, no por su uso de la lengua -siempre deliciosamente coloquial y sencilla- sino por su inteligente forma de entender la realidad y de abordar la complejidad del mundo y las relaciones entre las personas, que quizá pueda parecer, en ocasiones, descarnada, pero que ofrece un plus de franqueza y, en cierto modo, de justicia. Desde el obsceno rencor de los que se odian a fuego lento hasta la ternura del niño incapaz de soportar el sufrimiento de un animal indefenso, las pasiones -ora bajas, ora sublimes- del ser humano aparecen reflejadas en unos relatos de obligada lectura para los amantes de la gran literatura, esa que procura un divertimento 'feroz' en el sentido más fino de la expresión. Imprescindible.
El universo literario de Roald Dahl es uno de los más peculiares e inquietantes de la literatura anglosajona, no por su uso de la lengua -siempre deliciosamente coloquial y sencilla- sino por su inteligente forma de entender la realidad y de abordar la complejidad del mundo y las relaciones entre las personas, que quizá pueda parecer, en ocasiones, descarnada, pero que ofrece un plus de franqueza y, en cierto modo, de justicia. Desde el obsceno rencor de los que se odian a fuego lento hasta la ternura del niño incapaz de soportar el sufrimiento de un animal... Seguir leyendo
Cuentos Completos
UN CUENTO AFRICANO
Para Inglaterra, la guerra empezó en septiembre del año 1939. Los habitantes de la isla se enteraron enseguida y empezaron a prepararse. En lugares más apartados, la gente tardó un poco más en oír la noticia y también comenzó a prepararse.
En África oriental, en la colonia de Kenia, vivía un joven cazador blanco que adoraba las sabanas, los valles y las noches frescas en la laderas del Kilimanjaro. También él se enteró de la guerra y empezó a prepararse. Atravesó el país para llegar a Nairobi y alistarse en las fuerzas aéreas británicas. Les pidió que le hicieran piloto. Fue aceptado y empezó su formación en el aeropuerto de Nairobi. Le dieron un pequeño Tiger Moth y se convirtió en un buen piloto