El llanto de un niño acarrea una serie de incidentes en la vecindad: el vecino da un zapatazo y pisa el rabo del gato, el gato se tira por la ventana y cae encima del cartero que pierde una carta de su mochila, la portera no recibe la carta esperada y grita al frutero... El señor Romero aporta la solución: ¡un ramo de flores!, que uno a otro se van regalando. Cuando el vecino de abajo lleva las flores al niño que estaba llorando, se sienta a su lado y le lee este cuento. ¡El niño deja de llorar!
El llanto de un niño acarrea una serie de incidentes en la vecindad: el vecino da un zapatazo y pisa el rabo del gato, el gato se tira por la ventana y cae encima del cartero que pierde una carta de su mochila, la portera no recibe la carta esperada y grita al frutero... El señor Romero aporta la solución: ¡un ramo de flores!, que uno a otro se van regalando. Cuando el vecino de abajo lleva las flores al niño que estaba llorando, se sienta a su lado y le lee este cuento. ¡El niño deja de llorar!
La calle del puchero
En la calle del Puchero estaba llorando un niño. Aquel llanto puso de un humor de perros al vecino de abajo. El vecino de abajo pegó un zapatazo en el suelo y le pisó el rabo a su gato.nAl gato le dolíantanto el rabo que saltó por la ventana. Fue a aterrizar encima del cartero, que en aquel momento `pasaba con su casaca a cuestas. Al cartero se le cayó la saca al suelo. -¡Demonios! -gruñó.