Tres fantasmitas se divierten asustando monstruos, brujas, ogros feroces... Pero cuando intentan asustar a un niño que duerme en la cama, éste les grita y ellos huyen de su habitación temblando como flanes. Sus papás les castigan, durante un mes no podrán asustar a nadie más. Con sentido del humor e ironía, este libro esconde una segunda lectura, que los lectores más avispados descubrirán rápidamente.
Tres fantasmitas se divierten asustando monstruos, brujas, ogros feroces... Pero cuando intentan asustar a un niño que duerme en la cama, éste les grita y ellos huyen de su habitación temblando como flanes. Sus papás les castigan, durante un mes no podrán asustar a nadie más. Con sentido del humor e ironía, este libro esconde una segunda lectura, que los lectores más avispados descubrirán rápidamente.
Tres fantasmitas
Tres fantasmitas comían tostadas con mantequilla en la verja de un pariente, presumiendo de valientes.
Dijo el primer fantasmita:
-En el colegio asusté ayer a unos monstruos muy lerdos que aprendían a leer.
Les hice: ¡Uuuuuh, uuuuuh, uuuuuh, uuuuuh, buuuuuu!
Puf, ¡les temblaban las patas! soltaron sus cuadernos y huyeron como ratas.
-Je, je, je -reían con ganas los tres.
Dijo el segundo fantasmita:
-Yo aterroricé a unas brujas que se pintaban los morros, listas para asustar a todos los temerosos.