Del provocador nato que fue Hector Muro (Saki), cáustico fustigador de los valores victorianos, cabía esperar una aproximación heterodoxa a la infancia. Y en efecto, eso es lo que encontramos en esta breve narración, donde el encuentro de los niños protagonistas con un extraño viajero da pie a que éste les ofrezca exactamente el cuento que ansían escuchar: una historia donde la bondad ingenua no es signo de inteligencia, sino de estupidez temeraria, y que -con subversión avant la lettre- se burla del falso heroísmo, como si viniera a decirnos que la condición humana transita siempre por zonas grises, con grandeza en ocasiones, con miseria en otras. Como la vida misma. Magnífica propuesta -en fondo forma- para niños y no tan niños.
Del provocador nato que fue Hector Muro (Saki), cáustico fustigador de los valores victorianos, cabía esperar una aproximación heterodoxa a la infancia. Y en efecto, eso es lo que encontramos en esta breve narración, donde el encuentro de los niños protagonistas con un extraño viajero da pie a que éste les ofrezca exactamente el cuento que ansían escuchar: una historia donde la bondad ingenua no es signo de inteligencia, sino de estupidez temeraria, y que -con subversión avant la lettre- se burla del falso... Seguir leyendo
El cuentacuentos
La tarde era calurosa y dentro del tren el aire estaba muy cargado. Faltaba casi una hora para Templecombe, la siguiente parada. En uno de los vagones viajaba una niña, otra aun más pequeña y un niño. Su tía estaba sentada en una esquina y al otro lado del vagón había un joven, solo, al que no conocían. Las niñas y el niño correteaban sin parar por todo el vagón. Su tía les decía continuamente "YA BASTA", pero ellos no paraban de hacerle preguntas que siempre empezaban por las mismas palabras "¿POR QUÉ?".