El socio, publicada originalmente en 1928, es una obra central para las letras chilenas, y esta atractiva nueva edición de Origo, con ilustraciones de Marcelo Baeza en la portada y en su interior, consigue darle una segunda vida. Aun cuando en primera instancia la narración impacta por su aguda crítica a la especulación financiera de aquellos años (crítica que se anticipa en un año a la Gran Depresión), a medida que avanza la lectura se descubre que hay allí mucho más en juego –por ejemplo, un movimiento metaliterario que constantemente está proponiéndole al lector una reflexión en torno a los procesos de creación ficcional. La lectura de la novela es rápida y fácil (apenas fue publicada en los años veinte se agotaron de inmediato varias ediciones), y en ella el lector encontrará dos elementos que funcionan muy bien de manera conjunta: el humor y la crítica social.
El socio, publicada originalmente en 1928, es una obra central para las letras chilenas, y esta atractiva nueva edición de Origo, con ilustraciones de Marcelo Baeza en la portada y en su interior, consigue darle una segunda vida. Aun cuando en primera instancia la narración impacta por su aguda crítica a la especulación financiera de aquellos años (crítica que se anticipa en un año a la Gran Depresión), a medida que avanza la lectura se descubre que hay allí mucho más en juego –por ejemplo, un... Seguir leyendo
El socio
“¡Imposible! Necesito consultarlo con mi socio…”. “Sabes bien con cuánto gusto te descontaría esa letra, pero… hemos convenido con mi socio…”. “Hombre, si no estuviera en sociedad, si yo solo dispusiera de los fondos, te arreglaba este asunto sobre tabla… desgraciadamente el socio…”. ¡El socio, el socio, siempre el socio! Era la octava vez en la mañana que Julián Pardo, en su triste vía crucis de descuento, oía frases parecidas. Al escuchar la palabra “socio” inclinaba la cabeza y, con sonrisa de conejo, se limitaba a contestar: sí, sí; me explico tu situación y te agradezco.