Los años sesenta trajeron consigo profundas reformas estructurales en Occidente, motivadas por el empuje de una sociedad civil que aguardaba con esperanza los efectos de los cambios de mentalidad que se habían operado tras la Segunda Guerra Mundial (y que incidían en aspectos como la igualdad de sexos y razas, la justicia social, la reforma política en aras de la auténtica representatividad, la liberación sexual o el rechazo de las soluciones armadas como vía para resolver los conflictos), producidos gracias al avance de la tecnología y al desarollo de una política socioeconómica que favoreció la expansión del consumo y que orientó la comunicación hacia la población en su conjunto. En ese contexto, y con la extensión de la sociedad del bienestar y de la cultura de masas, llega a su mayoría de edad una generación de jóvenes que se valen de la música para ejercer la crítica: Bob Dylan, Joan Báez o Judy Collins, herederos de los folcloristas de los años veinte, reclaman con sus canciones el advenimiento de una nueva era donde la justicia y el progreso mejoren la vida humana. Documentado y ameno libro que, a través del sonido de una época, nos aproxima a la historia reciente de Estados Unidos en uno de sus momentos de mayor efervescencia cultural y social. Prólogo de Diego A. Manrique.

Los años sesenta trajeron consigo profundas reformas estructurales en Occidente, motivadas por el empuje de una sociedad civil que aguardaba con esperanza los efectos de los cambios de mentalidad que se habían operado tras la Segunda Guerra Mundial (y que incidían en aspectos como la igualdad de sexos y razas, la justicia social, la reforma política en aras de la auténtica representatividad, la liberación sexual o el rechazo de las soluciones armadas como vía para resolver los conflictos), producidos gracias al avance de la... Seguir leyendo