El talante herido de la magnífica poeta y notable prosista que fue Silvia Plath, cede paso, en esta ocasión, a la explosión de alegría que encierran unos versos que parecen escritos para regocijo de sus hijos. Se trata de un muy breve poemario donde se nos ofrece un repertorio de camas de lo más variopinto, pero que tienen en común aquello que las hace más especiales: son divertidas, juguetonas y están llenas de posibilidades, pues, como nos dice su autora, "las mejores camas / sirven también para disfrutar". Y de eso se trata, de pasarlo en grande en el temible momento de acostarse, caballo de batalla de padres cansados e hijos ansiosos. Camas para pescar, camas con cohete, camas comedor, camas manchables, camas submarino, camas de bolsillo (¡para visitas inesperadas!)... todas aguardan para llevar -prestas- a los pequeños a los confines de su imaginación. Deliciosa y feliz propuesta para espíritus retozones.

El talante herido de la magnífica poeta y notable prosista que fue Silvia Plath, cede paso, en esta ocasión, a la explosión de alegría que encierran unos versos que parecen escritos para regocijo de sus hijos. Se trata de un muy breve poemario donde se nos ofrece un repertorio de camas de lo más variopinto, pero que tienen en común aquello que las hace más especiales: son divertidas, juguetonas y están llenas de posibilidades, pues, como nos dice su autora, "las mejores camas / sirven también para disfrutar". Y de... Seguir leyendo