Con claras reminiscencias de series televisivas que tuvieron gran calado en el público juvenil, como Lost o Walking Dead, la saga llega a su tercer episodio manteniendo la tensión argumental de los números anteriores. El grupo protagonista intenta hacerse con el control de una ciudad desolada, a la vez que también lo hace el equipo liderado por Saúl. Ambos clanes tratan de comprender las permanentes evoluciones del espacio temporal actual y continúan alerta para sortear los peligros que se esconden en cada esquina.
Ese estado, a medio camino entre la vida y la muerte, no es sencillo de comprender para los niños y adolescentes protagonistas, que se afanan en reconstruir sus vidas visitando los escenarios que poblaron antes del fatídico día. Emoción, intriga, sorpresas a raudales y todos los ingredientes clásicos de las buenas historias de pandillas, incluso los devaneos amorosos, en una apuesta editorial exclusivamente concebida para los jóvenes lectores.
Los escenarios y protagonistas recuerdan los patrones gráficos tradicionales de la revista Pilote, en una aventura de generosa extensión, premiada con el Diagonale a la Mejor Serie en 2013, que reúne todas las características para dar el paso a la gran pantalla.
Con claras reminiscencias de series televisivas que tuvieron gran calado en el público juvenil, como Lost o Walking Dead, la saga llega a su tercer episodio manteniendo la tensión argumental de los números anteriores. El grupo protagonista intenta hacerse con el control de una ciudad desolada, a la vez que también lo hace el equipo liderado por Saúl. Ambos clanes tratan de comprender las permanentes evoluciones del espacio temporal actual y continúan alerta para sortear los peligros que se esconden en cada esquina.
Ese estado, a medio... Seguir leyendo
Solos
- ¿Tú recuerdas cómo fue?
- Mmm.
- Sí, lo recordé después de lo que dijo Saúl... Fue una meningitis. ¡Me morí en dos días!
- Alergia a los cacahuetes.
- ¡Y ahora me he vuelto una friki total! ¡Esto es rarísimo!
- Creo que me caí por la ventana porque quería ir a buscar a mi papá... La sábana que use para salir estaba mal atada.
- Qué rollo.
- A mi me pasa igual que a Dodji y Leila, no me acuerdo de lo que me pasó... Lo que está claro es que morimos todos el mismo día. Es todo muy extraño...
- Y lo más raro es que tras la muerte, ¡seguimos así! No sé... Sudamos, nos ponemos malos y nos hacemos daño de verdad... ¡No se parece ni al cielo ni al infierno!