Para Pahom el camino de la felicidad pasa por ser un permanente inconformista. Los réditos de su pequeña parcela le permiten vivir sin estrecheces, pero él suspira por conseguir mucho más. Una arriesgada y ambiciosa apuesta le otorgará el terreno exacto que la avaricia reporta. Tolstoi trazó un relato atemporal que los autores han sabido convertir en delicioso manjar ilustrado. Las imágenes evocan por momentos el mundo de las figuras recortables infantiles, y alcanzan su máximo esplendor gracias a la elegante edición que actualiza un viejo cuento del siglo XIX.
Para Pahom el camino de la felicidad pasa por ser un permanente inconformista. Los réditos de su pequeña parcela le permiten vivir sin estrecheces, pero él suspira por conseguir mucho más. Una arriesgada y ambiciosa apuesta le otorgará el terreno exacto que la avaricia reporta. Tolstoi trazó un relato atemporal que los autores han sabido convertir en delicioso manjar ilustrado. Las imágenes evocan por momentos el mundo de las figuras recortables infantiles, y alcanzan su máximo esplendor gracias a la elegante edición que... Seguir leyendo
¿Cuánta tierra necesita un hombre?
Sobre su parcela de tierra en el oeste siberiano,
el campesino Pahom vive con su mujer y sus tres hijos.
Cada mañana, a la hora blanca y glacial, Pahom se calza sus largas
botas y se va a trabajar.
Sin ser rico, su familia no carece de nada.
El fuego crepita a menudo en la chimenea y a la hora del almuerzo
el olor del borsch flota en toda la isba.