Algunas aldeas rurales conservan el misterio de otro tiempo. Preservan el aroma de una sociedad no tan lejana en el que las brujas, los hechizos, las ceremonias comunitarias y los conjuros formaban parte de las creencias y de la vida diaria. El pueblo en el que se centra la historia recupera esa esencia. Tiene su torpe oficial, un alcalde, el cura y jóvenes y ancianos habitantes que esconden secretos. Cuando aparece el cuerpo sin vida de uno de los parroquianos el cruce de acusaciones entre los protagonistas provoca un clima insoportable que solo Audrey parece saber gestionar. En la oscuridad, cuando la villa descansa en silencio, las piezas del puzzle comienzan a encajar en una trama con original sorpresa final. La propuesta gráfica, en tono bicolor y de hondo calado, bebe al mismo tiempo del estilo de reconocidos autores de la nouvelle bande dessinée y del manga, una delicada composición que fusiona el misterio e inquietud que generan algunos personajes con exquisitos y lóbregos detalles de la naturaleza que envuelve el poblado y los animales que participan en la trama.
Algunas aldeas rurales conservan el misterio de otro tiempo. Preservan el aroma de una sociedad no tan lejana en el que las brujas, los hechizos, las ceremonias comunitarias y los conjuros formaban parte de las creencias y de la vida diaria. El pueblo en el que se centra la historia recupera esa esencia. Tiene su torpe oficial, un alcalde, el cura y jóvenes y ancianos habitantes que esconden secretos. Cuando aparece el cuerpo sin vida de uno de los parroquianos el cruce de acusaciones entre los protagonistas provoca un clima insoportable que solo Audrey parece saber gestionar. En... Seguir leyendo
Duerme pueblo
- ¡Jojo, otro más!
- ¡Eh, tú!
- ¡Estoy hasta el gorro de que destroces mi cosecha, patán!
- ¡Ups!
- ¡Como te pille te dejaré más imbecil todavía ¿Me oyes?!
- ¿Ves, Señor? Me regalas la lluvia... Y ahora viene el idiota este a joderme las lechugas frescas.
- ¿Tú te crees?