Cincuenta años han trascurrido desde que Marcelino Pan y Vino viera la luz por primera vez, una obra en la que quedó constancia del prodigioso dominio del lenguaje de José María Sánchez-Silva. Fue uno de los libros españoles más traducidos del siglo pasado y su autor consiguió el premio Andersen. Esta nueva y cuidada edición, que contiene excelentes ilustraciones de Carmen Segovia, incluye también la segunda parte del relato, El gran viaje de Marcelino.Cincuenta años han trascurrido desde que Marcelino Pan y Vino viera la luz por primera vez, una obra en la que quedó constancia del prodigioso dominio del lenguaje de José María Sánchez-Silva. Fue uno de los libros españoles más traducidos del siglo pasado y su autor consiguió el premio Andersen. Esta nueva y cuidada edición, que contiene excelentes ilustraciones de Carmen Segovia, incluye también la segunda parte del relato, El gran viaje de Marcelino.
Marcelino pan y vino
Hace casi cien años, tres franciscanos pidieron permiso al señor alcalde de un pequeño pueblecito para que les dejase habitar, por caridad, unas antiguas ruinas que estaban abandonadas a unas dos leguas del pueblo, en terrenos de los cuales era propietario el municipio. El alcalde, hombre piadoso, accedió a ello por su propia cuenta, sin consultar para nada con los concejales.