En el plan de renovación de las andanzas de estos célebres personajes (denominada Una aventura de Spirou por…); hemos asistido a espectaculares versiones firmadas por distintos autores, aventuras que complementan la colección de antologías que está recuperando felizmente Dibbuks. En este caso el concepto gráfico sorprende por la actualización del diseño original, presentando a los protagonistas con una estética insólita, que captarán la atención del lector desde los primeros lances. Para los fans tradicionales de la serie supone todo un soplo de aire fresco. Para los que descubran ahora a este inimitable botones que nunca ejerce como tal, las hazañas de la pareja, ambientadas de forma espectacular en escenarios reales e imaginarios con especial atención al mundo del circo y a la ciudad de Bruselas, entenderán por qué han alcanzado tanta fama e influido decisivamente en otros personajes de la tradición comiquera de otros países. Spirou deja su trabajo como periodista para iniciar una carrera como pintor, una ilusión que debe abandonar al verse obligado a atender a una adolescente, hija de un viejo amigo. La trama se complica con la aparición de un misterioso artista en la ciudad del que se desconoce la verdadera identidad. En la investigación sobre este personaje, Spirou retoma el contacto con el padre de la joven. Un círculo perfecto a la altura de la extraordinaria calidad gráfica de esta nueva propuesta.
En el plan de renovación de las andanzas de estos célebres personajes (denominada Una aventura de Spirou por…); hemos asistido a espectaculares versiones firmadas por distintos autores, aventuras que complementan la colección de antologías que está recuperando felizmente Dibbuks. En este caso el concepto gráfico sorprende por la actualización del diseño original, presentando a los protagonistas con una estética insólita, que captarán la atención del lector desde los... Seguir leyendo
La luz de Borneo
- ¡Ájaros! ¡Ájaros! ¡Ji, Ji!
Si el mundo tuvo un comienzo, debía de parecerse a lo que se ve esta mañana del mes de febrero precisamente aquí, en la Reserva Natural de Kituri, al sureste de Mozundu.
- ¡Calla, bichito!
- Si haces ruido, no podremos ver a...
-¡Krak!
- ?