La nariz y otros cuentos
No hay nada mejor que la avenida de Nevá, por lo menos en San Petersburgo, pues lo es todo para esta ciudad. ¡Que esplendor el de esta calle, joya de nuestra capital! Estoy seguro de que ninguno de sus pálidos y oficinescos habitantes cambiaría la avenida de Nevá por todos los bienes del mundo. Y no me refiero a quien, con veinticinco años, luce un magnífico bigote y una levita prodigiosamente bien confeccionada...