Nuestra amiga invita a su compañero a iniciar una travesía inolvidable, un camino que todos los lectores hemos recorrido alguna vez y que implica sortear obstáculos, vadear ríos, saltar de rama en rama y, sobre todo, dejarse guiar por la imaginación y el espíritu aventurero. No se trata de un sendero exótico y lejano, el destino está bien cerca y lleno de columpios esperando. Van Hout evoca la primera tierra a la que nos sentimos arraigados, el parque en el que pasamos la infancia, a través de espectaculares composiciones en variadas tonalidades, en donde se percibe la utilización de varias técnicas que van desde la acuarela hasta el retoque digital. El resultado es una explosión de color y alegría, que gustará a pequeños y mayores, narrada desde el punto de vista de una pareja de niños.

Nuestra amiga invita a su compañero a iniciar una travesía inolvidable, un camino que todos los lectores hemos recorrido alguna vez y que implica sortear obstáculos, vadear ríos, saltar de rama en rama y, sobre todo, dejarse guiar por la imaginación y el espíritu aventurero. No se trata de un sendero exótico y lejano, el destino está bien cerca y lleno de columpios esperando. Van Hout evoca la primera tierra a la que nos sentimos arraigados, el parque en el que pasamos la infancia, a través de espectaculares... Seguir leyendo