Como unas vacaciones un poco largas. Eso dijo mi mamá.
Tras las despedidas, amargos momentos que son retratados con intensidad en collages de rostros y gestos sumidos en la tristeza, el barco se hizo a la mar. Pero las olas no fueron tan bellas como se veían desde la playa, y los ojos no mostraban la ilusión de quien comienza un nuevo viaje, sino lágrimas y dudas. Los tonos grises y apocados narran la travesía de los 456 pequeños que embarcaron en el Mexique, huyendo desde Burdeos de la cruel guerra que se cernía sobre España. Aquellos padres rotos soñaron un futuro mejor para sus hijos en México, país que recibió al grupo con los brazos abiertos. La esperanza de crecer en paz durante unos años se transformó en una realidad inimaginable: los niños y niñas que llegaron a Morelia nunca pudieron regresar, y quienes lo hicieron –muchos años después-, sintieron la pena inmensa de no reconocer el mundo que un día fueron obligados a abandonar. Con las palabras justas y una poética demoledora, las autoras trazan la histórica trayectoria a partir de los sentimientos de los niños, reflexiones que ponen un nudo en la garganta de cualquier lector independientemente de su edad y recuerdan escenas que jamás deberían volver a producirse.
Como unas vacaciones un poco largas. Eso dijo mi mamá.
Tras las despedidas, amargos momentos que son retratados con intensidad en collages de rostros y gestos sumidos en la tristeza, el barco se hizo a la mar. Pero las olas no fueron tan bellas como se veían desde la playa, y los ojos no mostraban la ilusión de quien comienza un nuevo viaje, sino lágrimas y dudas. Los tonos grises y apocados narran la travesía de los 456 pequeños que embarcaron en el Mexique, huyendo desde Burdeos de la cruel guerra que se cernía... Seguir leyendo
Mexique. El nombre del barco
Por la noche cierro los ojos y siento cómo las olas golpean.
Creo que algo le dicen al barco.
Mexique, así se llama.
¿Sabrán eso las olas?
¿Guardará el mar el nombre de todos los barcos?
No recuerdo bien dónde está el país al que iremos,
pero queda lejos.
Estaremos allí hasta que todo se calme.