Trepar un árbol, cruzar grandes lagos, rodar montaña abajo o robarle el hueso a un perro rabioso, son algunas de las aventuras que viven los pequeños temerarios antes del llamado que anuncia el final del día. Para ellos no hay nada demasiado grande ni demasiado peligroso, el único fin es disfrutar de la alegría de ser niños. Roger Ycaza realiza un homenaje al gozo de la infancia, una etapa en la que las horas, como buenos temerarios, se viven con intensidad y sin miedos, pensando en la nueva hazaña que se vivirá al día siguiente. Las páginas de este libro están llenas de divertidos colores y formas, en las que se regocijan los niños y los adultos, como una máquina del tiempo que los traslada a esa época inolvidable.
Trepar un árbol, cruzar grandes lagos, rodar montaña abajo o robarle el hueso a un perro rabioso, son algunas de las aventuras que viven los pequeños temerarios antes del llamado que anuncia el final del día. Para ellos no hay nada demasiado grande ni demasiado peligroso, el único fin es disfrutar de la alegría de ser niños. Roger Ycaza realiza un homenaje al gozo de la infancia, una etapa en la que las horas, como buenos temerarios, se viven con intensidad y sin miedos, pensando en la nueva hazaña que se vivirá al... Seguir leyendo