Leo Lionni obtuvo cuatro medallas Caldecott a lo largo de su vida y la primera de ellas fue gracias a esta fábula, construida a partir de una doble estructura que presenta a varios personajes, uno de los cuales se encuentra en evidente desigualdad. La protagonista, una minúscula oruga, salva con ingenio y valentía la complicada situación ante el asombro de los lectores. El texto, sencillo y seductor, combinado con la propuesta gráfica, construida a partir de un collage de tonalidades verdosas (una representación de los escenarios naturales en los que transcurre la historia), constituyen una genial invitación a la aventura. La recuperación de este clásico, que también fue merecedor del Premio New York Times al Mejor Libro Ilustrado a mediados del siglo XX, es un homenaje a uno de los autores más exitosos de la historia de la LIJ, fallecido en 1999.
Leo Lionni obtuvo cuatro medallas Caldecott a lo largo de su vida y la primera de ellas fue gracias a esta fábula, construida a partir de una doble estructura que presenta a varios personajes, uno de los cuales se encuentra en evidente desigualdad. La protagonista, una minúscula oruga, salva con ingenio y valentía la complicada situación ante el asombro de los lectores. El texto, sencillo y seductor, combinado con la propuesta gráfica, construida a partir de un collage de tonalidades verdosas (una representación de los escenarios... Seguir leyendo
Paso a paso
Un día, un petirrojo hambriento vio una oruga de color verde esmeralda posada en una rama. Cuando estaba a punto de comérsela...
- No me comas. Soy una oruga. Soy muy útil. Mido cosas -dijo ella.
- ¿Haces eso? -dijo el petirrojo-. Entonces, ¡mídeme la cola!