Mark Twain (1835-1910) publicó en 1885 una novela de aventuras en la que esta palabra asume toda la riqueza del término: profundidad, reflexión, entretenimiento, compromiso. Continuación o complemento si se quiere de la maravillosa «Las aventuras de Tom Sawyer», personaje de quien es amigo Huckleberry Finn, el célebre protagonista de esta novela, el argumento narra las peripecias que tienen que sortear el muchacho y un esclavo negro tras fugarse juntos de sus "amos": el padre alcohólico de Huck y el "dueño" inmisericorde de Jim. En esta versión de Algar, orientada a preadolescentes lectores y revisada por Jesús Cortés, la narración se ve reforzada por una serie de ilustraciones a plumilla en donde se advierte el trazo maestro de Elisa Ancori, una artista visual que dota de gran belleza visual a sus composiciones. Se alternan las imágenes a página completa con una serie de objetos seleccionados para dar entrada a cada capítulo. La obra se cierra con un glosario que aclara el significado de algunos términos empleados en la narración, calificada en su día por Ernest Hemingway como el germen de "toda la literatura moderna estadounidense" Una joya a la que es fácil volver una y otra vez por más que pase el tiempo. 

Mark Twain (1835-1910) publicó en 1885 una novela de aventuras en la que esta palabra asume toda la riqueza del término: profundidad, reflexión, entretenimiento, compromiso. Continuación o complemento si se quiere de la maravillosa «Las aventuras de Tom Sawyer», personaje de quien es amigo Huckleberry Finn, el célebre protagonista de esta novela, el argumento narra las peripecias que tienen que sortear el muchacho y un esclavo negro tras fugarse juntos de sus "amos": el padre alcohólico de Huck y el "dueño"... Seguir leyendo