Sosegadamente, como brotan las hermosas imágenes que nos introducen en la historia, la pequeña Payasa se adentra en el parque, refugio desde el que observa la vida pasar. Los afectos, el miedo, las despedidas… todo fluye ante sus ojos. Es más sencillo afrontar la realidad tras su nariz roja, alejada del mundo que parece catalogar sus acciones como “diferentes”. Ellos quizás no saben aún que, como bien reflexiona la protagonista, “el amor y la belleza toman caminos muy diversos para manifestarse”. Sumergidos en el lirismo de la propuesta gráfica, especialmente destacable, apreciamos la visión de una niña peculiar, pero no más que cualquiera de los lectores que aprecien el sabor verdadero de todo aquello que nos regala cada nueva jornada. Pensamientos ilustrados para volar en libertad.
Sosegadamente, como brotan las hermosas imágenes que nos introducen en la historia, la pequeña Payasa se adentra en el parque, refugio desde el que observa la vida pasar. Los afectos, el miedo, las despedidas… todo fluye ante sus ojos. Es más sencillo afrontar la realidad tras su nariz roja, alejada del mundo que parece catalogar sus acciones como “diferentes”. Ellos quizás no saben aún que, como bien reflexiona la protagonista, “el amor y la belleza toman caminos muy diversos para manifestarse”. Sumergidos en el... Seguir leyendo
Payasa en el parque
Aquella mañana, Payasa se fue al parque.
- Tengo que reflexionar- se dijo. Y, como se le antojó que la palabra
sonaba importante, se colocó su roja nariz de Payasa
y se sentó en un banco a reflexionar, al solecico.
Y reflexionó mientras distraídamente veía pasar
una hormiga afanosa acarreando una pipa de girasol.