Lo que temimos tantos años se convirtió en realidad a mediados de 2031. El fin del mundo, tal y como lo conocimos, tuvo lugar aquel agosto, cuando una sucesión de bombas nucleares terminaron con toda la vida en la Tierra. Daniel, que entonces era una adolescente, aparentemente también falleció, pero quedó atrapado entre dos dimensiones. Desde ese limbo errático narra su historia, un relato que ahora puede cambiar radicalmente si se confirma lo que parece una realidad: aquel dramático episodio tuvo supervivientes... Cotrina, fiel al estilo con el que se ha labrado una larga lista de admiradores, sondea en el más allá sin caer en los tópicos, con interesantes y sugerentes matices mediante los que va configurando un escenario espinoso, en el que el protagonista no se siente a gusto. Destaca el trabajo a la hora de perfilar la galería de secundarios, como Emma o Raquel, y el tejido sentimental que establece entre ellos. Una vibrante aventura, también un introspectivo recorrido por las añoranzas y sentimientos del adolescente, que confirma al autor como uno de los grandes talentos de la fantasía nacional vinculada a la LIJ.

Lo que temimos tantos años se convirtió en realidad a mediados de 2031. El fin del mundo, tal y como lo conocimos, tuvo lugar aquel agosto, cuando una sucesión de bombas nucleares terminaron con toda la vida en la Tierra. Daniel, que entonces era una adolescente, aparentemente también falleció, pero quedó atrapado entre dos dimensiones. Desde ese limbo errático narra su historia, un relato que ahora puede cambiar radicalmente si se confirma lo que parece una realidad: aquel dramático episodio tuvo supervivientes... Cotrina, fiel al... Seguir leyendo