Aunque atesora toda una vida dedicada al pillaje, Blas Romero, el famoso bandolero, tiene otras respetables aficiones como la lectura. Sin embargo, la sociedad sigue denunciando su falta de vergüenza y continuas tropelías. Cansado de escuchar la misma cantinela, Blas decide buscar –sobre todo por orgullo- eso que dicen que no tiene, una acusación intolerable para alguien que ha conseguido robar todo tipo de objetos a lo largo de su carrera: la vergüenza. Para ello no duda en amenazar a diversos caminantes, a los que exige que le den aquello de lo que más está falto. Por la historia desfilan diversos personajes recurrentes del imaginario infantil: el lobo feroz, una princesa, el Conejo Blanco de Alicia en el País de las Maravillas y una chica que logrará, sirviendo al salteador su propia medicina, lo que parecía imposible. La ilustradora madrileña Celia Sacido comanda el proyecto al completo, aplicando su genuino toque de humor tanto en el texto como en la parte gráfica.
Aunque atesora toda una vida dedicada al pillaje, Blas Romero, el famoso bandolero, tiene otras respetables aficiones como la lectura. Sin embargo, la sociedad sigue denunciando su falta de vergüenza y continuas tropelías. Cansado de escuchar la misma cantinela, Blas decide buscar –sobre todo por orgullo- eso que dicen que no tiene, una acusación intolerable para alguien que ha conseguido robar todo tipo de objetos a lo largo de su carrera: la vergüenza. Para ello no duda en amenazar a diversos caminantes, a los que exige que le... Seguir leyendo
Blas Romero, el bandolero
Después de una larga jornada de robos y atracos,
Blas Romero se quedó dormido leyendo.
De pronto, unas voces lo despertaron.
- ¡No tienes verguenza!