El poder sanador de la escritura está fuera de toda duda. Hasta los más pequeños pueden lograr la catarsis de sus emociones a través de la creación literaria o de la anotación de aquellos sentimientos que viven a cada momento. Alejandro, el protagonista de esta historia, tiene solo ocho años, pero está bastante harto de escuchar tópicos y valoraciones de los adultos. Siempre la misma cantinela: no tiene ni idea de la vida, es demasiado joven para comprender... Como acto de rebeldía comienza a escribir una "libreta de apuntes importantes" en la que capta, con humor y retratando la sociedad desde la mirada ingenua, su vida cotidiana en Cuba. En ese lienzo figuran familiares que dejan huella, mascotas, compañeros de clase... Se percibe la maestría en generar textos dinámicos del -entre otras cosas- guionista de cine Andrés Pi, que configura una sencilla pero adictiva trama salpicada de pequeñas ilustraciones a plumilla, planos detalle de la anatomía de los protagonistas y de distintos lances del relato. Estructurado como una pequeña colección de reflexiones o minirelatos, se ha convertido en todo un clásico de la literatura hispanoamericana (fue escrito en 2012) que ahora desembarca en España de la mano de la editorial Milenio.
El poder sanador de la escritura está fuera de toda duda. Hasta los más pequeños pueden lograr la catarsis de sus emociones a través de la creación literaria o de la anotación de aquellos sentimientos que viven a cada momento. Alejandro, el protagonista de esta historia, tiene solo ocho años, pero está bastante harto de escuchar tópicos y valoraciones de los adultos. Siempre la misma cantinela: no tiene ni idea de la vida, es demasiado joven para comprender... Como acto de rebeldía... Seguir leyendo
Lo que sabe Alejandro
Ya me cansé de que las personas mayores me digan que yo no sé
nada de la vida, así que voy a escribir todo lo que he visto con
mis propios ojos y oído con mis oídos. También anotaré todo lo
que voy a pensar cada vez que me suceda o me encuentre algo
interesante. Así, cuando me manden callar, sacaré la libreta llena
de apuntes de mi vida y les demostraré que sí, que aunque sea un
poco, yo sí sé de la vida y tienen que escuchar mi opinión. Con
esta libreta voy a lograr cambiar el horrible color de las paredes
de la casa y otras cosas importantísimas, y me van a tener que oír.