La incertidumbre que genera el comienzo del nuevo curso escolar en los más pequeños de la casa constituye, sin duda, uno de los grandes temores infantiles. Bubble Gum, el chico chicle, tiene los mismos sentimientos que los demás cuando suena temprano el despertador, a los que suma el miedo al rechazo, a sabiendas de su particular condición física. Sin embargo, pronto descubre que la escuela es un espacio plural, un crisol de culturas en el que conviven cientos de niños y niñas distintos, y que precisamente esas peculiaridades es lo que hace más divertido acudir cada día a clase. Mandarina, Ernesto, Cebollita… todos tienen cosas maravillosas y personalidades divergentes, pero les une alguna que otra aromática pasión. El particular estilo gráfico de la autora, cuyo trabajo anterior obtuvo uno de los Premios a los Libros Mejor Editados de 2018 del Ministerio de Cultura y Deporte, está basado en ilustraciones a gran escala, confeccionadas en tonalidades de apariencia brillante y luminosa, con tiernos personajes que desfilan por escenarios bien conocidos para los niños y que ensalzan valores como el respeto al semejante, la empatía o el enriquecimiento que supone convivir con las personas diferentes a nosotros.
La incertidumbre que genera el comienzo del nuevo curso escolar en los más pequeños de la casa constituye, sin duda, uno de los grandes temores infantiles. Bubble Gum, el chico chicle, tiene los mismos sentimientos que los demás cuando suena temprano el despertador, a los que suma el miedo al rechazo, a sabiendas de su particular condición física. Sin embargo, pronto descubre que la escuela es un espacio plural, un crisol de culturas en el que conviven cientos de niños y niñas distintos, y que precisamente... Seguir leyendo
Bubble Gum Boy
Bubble se ha despertado algo triste.
Ni siquiera sus crispis favoritos le alegran la mañana.
¿Qué le pasa a Bubble?
¿Por qué está tan triste?
Hoy es su primer día en el cole nuevo