La vida es una continua sucesión de casualidades y circunstancias que enlazan en un permanente círculo. La ciudad ha amanecido bajo la lluvia y los paraguas, una situación que no es del agrado de algunos vecinos, como el señor Wang o la señora Carmen. Sus acciones repercuten en la actividad de otros ciudadanos, como el abuelo Ramón, que solo pretendía ir al centro quien, con su enfado, acrecenta las malas sensaciones de Guido y Antonietta, que acaban de llegar de un largo viaje… La espiral continúa para demostrar al lector la importancia de las pequeñas acciones cotidianas y el impacto que el mal humor tiene en la convivencia armónica. Pero frente a esos complicados momentos, otros florecen en cualquier esquina: un dibujo olvidado, una flor, la sonrisa de la chica de la tienda, el abrazo de la abuela… El tiempo pasa demasiado deprisa para desaprovecharlo con situaciones incómodas e irradiar negatividad. Un largo texto acompaña a las delicadas imágenes, dispuestas a página completa, que recrean los escenarios urbanos en los que transcurre el relato. La obra desemboca en una selección de recetas de lluvia y sol para afrontar la vida con optimismo y alegría. Ya está saliendo el arco iris...

La vida es una continua sucesión de casualidades y circunstancias que enlazan en un permanente círculo. La ciudad ha amanecido bajo la lluvia y los paraguas, una situación que no es del agrado de algunos vecinos, como el señor Wang o la señora Carmen. Sus acciones repercuten en la actividad de otros ciudadanos, como el abuelo Ramón, que solo pretendía ir al centro quien, con su enfado, acrecenta las malas sensaciones de Guido y Antonietta, que acaban de llegar de un largo viaje… La espiral... Seguir leyendo