Los sabios regalaron al pequeño Tristán un corazón de madera. El amuleto le recordaría, a medida que fuese creciendo, la necesidad de encontrar su propio destino y de escuchar la voz interior. Pero en el proceso hacia la adolescencia, aquel niño estuvo irremediablemente perdido hasta que sucedió en el bosque algo inesperado. A lo lejos, el abrazo de un oso a un árbol hizo recordar al protagonista las palabras de sus mentores. La fuerza del relato se amplifica gracias al diseño gráfico de la obra, con personajes dibujados e insertados con posterioridad, a través de procedimientos digitales, en escenarios fotográficos que recrean paisajes naturales construidos en diversos materiales, como papel o madera, y sometidos a desenfoques arbitrarios. El proceso confiere al relato un aspecto onírico y recuerda, por momentos, algunos pasajes del cine de animación. Sensibilidad, delicadeza y buen gusto para narrar una emotiva historia que habla sobre la importancia de tallar nuestra propia identidad y vivir en armonía con la naturaleza.
Los sabios regalaron al pequeño Tristán un corazón de madera. El amuleto le recordaría, a medida que fuese creciendo, la necesidad de encontrar su propio destino y de escuchar la voz interior. Pero en el proceso hacia la adolescencia, aquel niño estuvo irremediablemente perdido hasta que sucedió en el bosque algo inesperado. A lo lejos, el abrazo de un oso a un árbol hizo recordar al protagonista las palabras de sus mentores. La fuerza del relato se amplifica gracias al diseño gráfico de la obra,... Seguir leyendo
La voz de Tristán
El día que Tristán nació había mucho ruido a su alrededor. Así que su voz se escondió y sus oídos se taparon.
- Este Corazón de Madera te guiará y acompañará -le dijeron los sabios. Y, aunque Tristán no pudo escucharlos, lo miró y sonrió.