Leo aterrizó en un mundo extraño en el que sus códigos no correspondían con su forma de sentir y expresarse. Tras el conflicto inicial que este proceso genera en la familia, descubrimos que no solo él sino todos manifestamos y compartimos de forma muy diferente las mismas emociones, y es positivo aprender a canalizar cada sentimiento adecuadamente. La importancia de la comunicación no verbal, las especiales vinculaciones que el protagonista establece con las personas y escenarios que le rodean y otros afectos y aflicciones inherentes, son recogidos con maestría en un proyecto gráfico que fusiona ilustraciones hiperrealistas con collages de interesante factura. Por fortuna, cada vez son más las propuestas que tratan de visibilizar las dificultades que deben superar las personas con trastorno del espectro autista y sus seres queridos a través de relatos encuadrados en la literatura infantil y juvenil, como este álbum. La editorial sugiere un material complementario especialmente orientado al ámbito educativo-escolar.
Leo aterrizó en un mundo extraño en el que sus códigos no correspondían con su forma de sentir y expresarse. Tras el conflicto inicial que este proceso genera en la familia, descubrimos que no solo él sino todos manifestamos y compartimos de forma muy diferente las mismas emociones, y es positivo aprender a canalizar cada sentimiento adecuadamente. La importancia de la comunicación no verbal, las especiales vinculaciones que el protagonista establece con las personas y escenarios que le rodean y... Seguir leyendo
Leo no es un extraterrestre
Dicen que Leo vive en otro planeta, pero no es verdad.
Leo no es un extraterrestre. Él vive en la Tierra.
Aunque, a veces, parece que no esté aquí.
A los cuatro años, Leo todavía no hablaba.
Mientras los otros niños y niñas parecían pequeñas cotorras charloteando,
Leo se expresaba de la única manera que sabía hacerlo:
Algunas veces parecía un gorila, golpeando todo lo que se ponía a su alcance.