El parte médico que el Hospital General de Pamplona emite en el momento del ingreso del protagonista, Hugo, permite al lector imaginar el alcance de la tragedia a la que el joven ha sobrevivido. Mediante sus reflexiones, durante la evolución de las lesiones hasta el momento de conseguir el informe de alta, veintitrés días después, conocemos el suceso con profundidad y comprendemos el necesario proceso de reconstrucción que se precisa para superar un drama de tal calibre, descrito a través de las vivencias cotidianas y sensaciones del chico a lo largo del paso de las distintas estaciones. Sus seres más queridos han fallecido en el accidente de tráfico y debe enfrentarse a un futuro incierto en el que determinados familiares serán cruciales. El relato rezuma sensibilidad y aborda temas delicados, siempre necesarios, como las formas de afrontar la pérdida o de encauzar el dolor cuando la vida toma caminos inesperados, y al mismo tiempo constituye un sentido homenaje a quienes sacrifican sus propias vidas por ayudar a recuperar el sentido de las suyas a otras personas, como es el caso del tío del protagonista. Se trata de la segunda incursión en el subsector de la literatura infantil y juvenil de esta autora navarra que ha destacado especialmente, con anterioridad, en el terreno del relato y del microcuento.

El parte médico que el Hospital General de Pamplona emite en el momento del ingreso del protagonista, Hugo, permite al lector imaginar el alcance de la tragedia a la que el joven ha sobrevivido. Mediante sus reflexiones, durante la evolución de las lesiones hasta el momento de conseguir el informe de alta, veintitrés días después, conocemos el suceso con profundidad y comprendemos el necesario proceso de reconstrucción que se precisa para superar un drama de tal calibre, descrito a través de las vivencias... Seguir leyendo