Uno de los cuatro grandes huevos que yacen en el nido, junto al estanque, se mueve incesantemente hasta que, ¡crack!, Patito consigue salir del cascarón. En sus primeros minutos de vida demuestra una enorme valentía y muchas ganas de conocer el nuevo mundo por lo que, impaciente ante la llegada de mamá con el alimento, decide descubrir el entorno en el que se reside la familia. El vuelo de una libélula, un chapuzón refrescante, ranas acróbatas que encandilan con sus potentes saltos… Todo es excitante, sin embargo, pronto siente que debería haber hecho caso a su madre y esperar a que volviese. Diversos animales humanizados protagonizan la colección “Cuentos para ir a dormir” con los que la editorial Flamboyant proporciona pequeñas historias ideales para arrullar a los bebés. En este primer capítulo conocemos la propuesta gráfica que caracteriza toda la serie, las acuarelas de Vikki Chu se fusionan con las ilustraciones fotográficas de Bec Winnel, que inserta imágenes del protagonista en escenarios diseñados en colores suaves, rebosantes de sensibilidad, acordes a la calma y el sosiego que quiere transmitir cada relato, pensado para leer y compartir justo antes de dormir. La autora de los textos, Amanda Wood, ya había publicado con anterioridad algunos libros informativos muy originales orientados a la franja de edad de la preadolescencia.

Uno de los cuatro grandes huevos que yacen en el nido, junto al estanque, se mueve incesantemente hasta que, ¡crack!, Patito consigue salir del cascarón. En sus primeros minutos de vida demuestra una enorme valentía y muchas ganas de conocer el nuevo mundo por lo que, impaciente ante la llegada de mamá con el alimento, decide descubrir el entorno en el que se reside la familia. El vuelo de una libélula, un chapuzón refrescante, ranas acróbatas que encandilan con sus potentes saltos… Todo es excitante,... Seguir leyendo