¿Qué siente el atleta a punto de iniciar su reto? ¿Escucha el estruendo de la masa jaleando cada uno de sus movimientos? ¿Hay árboles deportistas? ¿Se puede ser boxeador y poeta? ¿Son las ranas excelentes saltadoras también en la modalidad olímpica? Cerdos nadadores, conejos que surcan el cielo suizo a bordo de sus esquís, gansos equilibristas, hipopótamos que brillan en el lanzamiento de martillo… pero también versos para los perdedores, los lesionados e incluso los repudiados por dopaje. La poesía de Van de Vendel toma como hilo conductor diferentes disciplinas olímpicas para dibujar un curioso catálogo de sentimientos, emociones, victorias y fracasos, que alcanza nuevos matices gracias a la portentosa imaginación de uno de los grandes autores del siglo XX, el veterano ilustrador y escritor de libros infantiles alemán Wolf Erlbruch, que otorga todo el protagonismo a un selecto grupo de animales humanizados, cada uno especializado en una modalidad o compartiendo momentos cotidianos relevantes. Recuerda la experiencia de vida de los protagonistas: ganar o perder da igual siempre que sigas fiel a ti mismo.
¿Qué siente el atleta a punto de iniciar su reto? ¿Escucha el estruendo de la masa jaleando cada uno de sus movimientos? ¿Hay árboles deportistas? ¿Se puede ser boxeador y poeta? ¿Son las ranas excelentes saltadoras también en la modalidad olímpica? Cerdos nadadores, conejos que surcan el cielo suizo a bordo de sus esquís, gansos equilibristas, hipopótamos que brillan en el lanzamiento de martillo… pero también versos para los perdedores, los... Seguir leyendo
Entre palmas y aplausos
¡Qué grande es el deporte!
La carrera de vallas está a punto de comenzar.
Lleno de emoción, el público grita a pleno pulmón.
Tus seguidores esperan de ti una proeza.
Respira hondo, concéntrate, y sobre todo no pierdas la cabeza.
De repente, los aplausos y los vítores enmudecen.
Ya no oyes ni un ruido, ya no percibes ni el menor sonido.