Sigue el trasiego de historias en la bulliciosa calle Barullo. Tras conocer el día a día del cartero Marcelo, ahora Kate Hindley nos acerca a las tareas cotidianas de William Zampabollos. Afanado en tender la colada, se enfrenta a un auténtico vendaval que arrastra la mayor parte de sus ropas. En la búsqueda de cada prenda nos invita a descubrir lo que hacen el resto de vecinos en sus casas y negocios y, de paso, ayudarle a localizar el vestuario extraviado. Fiel a su estilo humorístico (imposible no acordarnos de Chuchi Puchi, por poner un ejemplo); la escritora e ilustradora británica compone una aventura interactiva, con troqueles de fácil manejo y caricaturescos animales humanizados, que garantiza una ración de sonrisas para los más pequeños de la casa. Está editado en pequeño formato, en papel de buen gramaje y puntas redondeadas para garantizar la seguridad de los lectores infantiles en su interacción con el libro.
Sigue el trasiego de historias en la bulliciosa calle Barullo. Tras conocer el día a día del cartero Marcelo, ahora Kate Hindley nos acerca a las tareas cotidianas de William Zampabollos. Afanado en tender la colada, se enfrenta a un auténtico vendaval que arrastra la mayor parte de sus ropas. En la búsqueda de cada prenda nos invita a descubrir lo que hacen el resto de vecinos en sus casas y negocios y, de paso, ayudarle a localizar el vestuario extraviado. Fiel a su... Seguir leyendo
La colada de William
Hoy en la calle Barullo sopla un viento que no amaina, pero William Zampabollos quiere tender la colada.
¡Menudo vendaval hace!
No hay quien cuelgue un calcetín.
Como no se calme pronto, se va a cargar el jardín.