Julia, la cartera, lleva cada tarde varios paquetes hasta el faro. En su interior, apenas sin mostrarse, una extraña figura recoge los pedidos y se sumerge en las dependencias de la torre vigía. En el pueblo consideran que se trata de un personaje “raro, raro, raro”, sin embargo, es mucho más feliz que la gran mayoría de vecinos. Alentado por la portentosa imaginación que confiere el contenido de esos misteriosos envíos, comprende la gran tristeza de los ciudadanos y decide darles la oportunidad de ser tan felices como él sumergiéndose en nuevas vidas. Un alegato a favor de la lectura, de las bibliotecas y del poder irrebatible de los libros, cincelado en versos de rima consonante y una colección de expresivas ilustraciones, realizadas mediantes procedimientos digitales, que nos trasladan a la orilla del mar y describen con perfección el calor y la ventura que genera el sentirse rodeado de las mejores historias.
Julia, la cartera, lleva cada tarde varios paquetes hasta el faro. En su interior, apenas sin mostrarse, una extraña figura recoge los pedidos y se sumerge en las dependencias de la torre vigía. En el pueblo consideran que se trata de un personaje “raro, raro, raro”, sin embargo, es mucho más feliz que la gran mayoría de vecinos. Alentado por la portentosa imaginación que confiere el contenido de esos misteriosos envíos, comprende la gran tristeza de los ciudadanos y decide darles la oportunidad de ser... Seguir leyendo
Algo pasa en el faro
Este cuento empieza con un rayo,
con un trueno que explota,
con el mar encabritado cual caballo
y el viento que lo azota.
Caen tres gotas
sobre el gallo subido en una veleta.
El pobre, que está al borde del desmayo,
girando entre relámpagos violetas,
ni las nota.