Victoria Jamieson, además de una excelente guionista y dibujante de cómics (en su aún corta carrera -la primera publicación fue en 2012- ha logrado ya importantes reconocimientos en su país natal, Estados Unidos); sin duda es también una persona comprometida tal y como demuestra la historia que subyace en el germen de esta historia. Impactada por las imágenes que nos enseñan cada día de los campos de refugiados en cualquier medio de comunicación, decidió aportar su granito de arena como voluntaria, momento en el que coincidió con el protagonista de esta historia real que muestra, con toda su crudeza, cómo es realmente la vida cotidiana en uno de esos espacios en los que se hacinan miles de personas que lo han perdido todo o se han visto obligadas a huir para mantener la esperanza. La trama gira en torno a la convivencia de dos hermanos que sobreviven en un campamento en Kenia tras huir de su país natal, Somalia. Allí, además de enfrentarse a situaciones de extrema dureza, el desarrollo de problemas de salud que se harían crónicos, la ausencia de datos sobre el paradero de su madre, y pasar largas temporadas de espera -por agua, por comida, por alguna noticia buena-; también tienen oportunidad de acceder a la enseñanza reglada y, finalmente, incluso optar a empezar una nueva vida en una tierra lejana. El ejemplo de Omar, hoy activista y fundador de una ong que se dedica a garantizar a otros niños y jóvenes en su misma situación el libre acceso a la educación, debe servir como faro para tantos y tantos pequeños que, por crueles circunstancias de la vida, se han visto obligados a residir por un tiempo en estos espacios. La secuenciación se estructura en tres movimientos, cada episodio dividido en viñetas de corte clásico en lo que se refiere a su distribución, con un tratamiento del color (en este punto ha contado con la ayuda de Iman Geddy); y en el grafismo de los personajes cercano al de otras autoras contemporáneas como Raina Telgemeier, pero con un estilo propio e inconfundible que la sitúan como una de las grandes realidades en el panorama del cómic norteamericano. La obra ha sido finalista del National Book Award for Young People's Literature en 2020.

Victoria Jamieson, además de una excelente guionista y dibujante de cómics (en su aún corta carrera -la primera publicación fue en 2012- ha logrado ya importantes reconocimientos en su país natal, Estados Unidos); sin duda es también una persona comprometida tal y como demuestra la historia que subyace en el germen de esta historia. Impactada por las imágenes que nos enseñan cada día de los campos de refugiados en cualquier medio de comunicación, decidió aportar su granito de arena... Seguir leyendo