Hay muchas formas de fraguar el vocabulario infantil a través del conocimiento de los verbos que componen nuestro idioma. Los autores han escogido unos pocos, especialmente sugerentes, para construir un bestiario de tintes poéticos en el que cada palabra tiene su correspondencia gráfica. Simbologías que trastocan sentimientos, diseños de honda belleza, protagonizados por animales que, en algunos casos, desempeñan acciones propias de los humanos como leer, bailar o saltar del trampolín de una piscina. Cada doble página sugiere una particular versión de los vocablos, siempre con un guiño al humor, configurando un delicioso primer acercamiento a los distintos rincones de nuestro rico lenguaje. Editado en pequeño formato, detalle que no resta profundidad y atractivo a la propuesta gráfica, especialmente destacable, los editores han tenido en cuenta aspectos como el gramaje del papel o los bordes redondeados de las páginas para facilitar la interacción por parte de los lectores que están dando sus primeros pasos en la mágica aventura de leer, y garantizar la “seguridad” a la hora de descubrir sus secretos y jugar con ellos en solitario.
Hay muchas formas de fraguar el vocabulario infantil a través del conocimiento de los verbos que componen nuestro idioma. Los autores han escogido unos pocos, especialmente sugerentes, para construir un bestiario de tintes poéticos en el que cada palabra tiene su correspondencia gráfica. Simbologías que trastocan sentimientos, diseños de honda belleza, protagonizados por animales que, en algunos casos, desempeñan acciones propias de los humanos como leer, bailar o saltar del trampolín de una piscina. Cada doble... Seguir leyendo