La ardilla, para garantizar la supervivencia durante el invierno, esconde algunas avellanas en distintos lugares que le permitirán tener alimento cuando pase el frio. Sin embargo, varios animales observan detenidamente los emplazamientos exactos y proceden a saciar su hambre antes de que los días más gélidos obliguen a los vecinos del bosque a permanecer en sus casas sin poder salir. La autora pone a prueba la sagacidad del lector, que debe permanecer atento para identificar a los autores de estos robos, camuflados entre el paisaje campestre. Un relato desnudo de artificios que capta, a través del simpático periplo de la protagonista, el cambio de tonalidades que se producen en la naturaleza a medida que avanzan las estaciones
La ardilla, para garantizar la supervivencia durante el invierno, esconde algunas avellanas en distintos lugares que le permitirán tener alimento cuando pase el frio. Sin embargo, varios animales observan detenidamente los emplazamientos exactos y proceden a saciar su hambre antes de que los días más gélidos obliguen a los vecinos del bosque a permanecer en sus casas sin poder salir. La autora pone a prueba la sagacidad del lector, que debe permanecer atento para identificar a los autores de estos robos, camuflados entre el... Seguir leyendo
Cinco avellanas para Ardilla
Es otoño.
Las hojas se arremolinan con el viento
y, por fin, las avellanas están maduras.
¡Yupi! ¡Se puede empezar!