Sílaba a sílaba, este mago de la palabra juega con la imaginación y una serie de animales humanizados. A partir de sus nombres y de distintas onomatopeyas, se desmadeja la retahíla, un reto para la incipiente fluidez verbal de los lectores a los que va dirigido, una prueba de memoria y, sobre todo, a base de repeticiones armónicas y una selección de bellas láminas, creadas para la ocasión por Simone Rea, un ejercicio divertido que cumple el objetivo principal de la trama: arrancar una sonrisa a todos los que quieran disfrutar de la riqueza del lenguaje. Ideal para narrar en voz alta, cada imagen, presentada en un doble primer plano, es el broche perfecto para afianzar el carisma de cada uno de los personajes, animales humanizados, que participan en la historia.
Sílaba a sílaba, este mago de la palabra juega con la imaginación y una serie de animales humanizados. A partir de sus nombres y de distintas onomatopeyas, se desmadeja la retahíla, un reto para la incipiente fluidez verbal de los lectores a los que va dirigido, una prueba de memoria y, sobre todo, a base de repeticiones armónicas y una selección de bellas láminas, creadas para la... Seguir leyendo