A través de una bella y delicada metáfora, la autora condensa toda una vida en unas pocas palabras que sirven como hilo conductor para desplegar exquisito material gráfico. Los recuerdos de la abuela, y junto a ellos su propia existencia, comienzan a desvanecerse. Un libro, una cajita, la butaca donde siempre se sienta y un pañuelo, bordado de emociones, sentimientos y besos compartidos, constituyen el punto de anclaje a este mundo. El lector recorre, conmovido, los distintos puertos que configuran una trayectoria vital plena, al son de imágenes de grandes dimensiones, muelles en los que amarraron amores, luchas, escenarios labrados de tesón y esfuerzos; una supervivencia que, con el tiempo, ha dado sus frutos en el afecto que sienten por ella. Un álbum ilustrado intenso y emotivo que sirve como homenaje a todos aquellos/as que nos precedieron y reivindica el amor como mejor paliativo.

A través de una bella y delicada metáfora, la autora condensa toda una vida en unas pocas palabras que sirven como hilo conductor para desplegar exquisito material gráfico. Los recuerdos de la abuela, y junto a ellos su propia existencia, comienzan a desvanecerse. Un libro, una cajita, la butaca donde siempre se sienta y un pañuelo, bordado de emociones, sentimientos y besos compartidos, constituyen el punto de anclaje a este mundo. El lector recorre, conmovido, los distintos puertos que configuran una trayectoria vital plena, al... Seguir leyendo