Si, como nosotros, sois muy fans de la adaptación cinematográfica que protagonizaron en los sesenta Dick Van Dyke y Sally Ann Howes (con guion de ¡Roald Dahl! y el propio director, Ken Hughes); sin duda echaréis de menos a personajes inolvidables como Truly Scrumptious, el Barón Bomburst o el capturador de niños en esta adaptación, la primera que se hace al formato de libro ilustrado de la única obra que el célebre autor de James Bond escribió para su hijo, el malogrado Casper Fleming. A pesar de ello la trama está trufada de momentos únicos, como en la película, protagonizados por la familia Pott y el coche al que su padre, un inventor que ha conseguido librar a su prole de la pobreza gracias a unos geniales caramelos musicales (dul-ces-pi-tos); ha dotado de características muy especiales que harán soñar, como lo hicieron a generaciones anteriores, a los pequeños lectores que se acerquen a esta obra. Las ilustraciones, a cargo del célebre artista británico Steve Antony, que aporta su reconocible estilo para configurar las escenas más famosas; y los textos, que serpentean entre los dibujos reivindicando el espíritu burlón con el que el autor concibió el original, configuran una obra tan viajera como indispensable que emocionará a los mediadores que descubrieron la historia en otra infancia y a los niños/as que ahora tienen posibilidad de acercarse a ella gracias a Edelvives.
Si, como nosotros, sois muy fans de la adaptación cinematográfica que protagonizaron en los sesenta Dick Van Dyke y Sally Ann Howes (con guion de ¡Roald Dahl! y el propio director, Ken Hughes); sin duda echaréis de menos a personajes inolvidables como Truly Scrumptious, el Barón Bomburst o el capturador de niños en esta adaptación, la primera que se hace al formato de libro ilustrado de la única obra que el célebre autor de James Bond escribió para su hijo, el malogrado Casper Fleming. A... Seguir leyendo
Chitty Chitty Bang Bang
Jemina y Jeremy Pott vivían junto a un lago con su mamá y papá.
Eran una familia feliz, aunque eran muy pobres.
Pero Papá era un inventor ingenioso y un día fabricó unos caramelos musicales que silbaban cuando los chupabas.