Cornelia Funke profundizó en el universo juvenil gracias a la colección Las Gallinas Locas, en un registro muy diferente al que le dio la fama (con la saga Corazón de tinta), estas novelas desenfadadas y divertidas atrapan al lector preadolescente por su prosa rica y atractiva. En las aventuras que vive la peculiar pandilla aparecen temas como la inseguridad que acompaña, a veces, estas edades; la vitalidad, la amistad y el amor, eje central del presente libro. La protagonista, Sardine, es una muchacha espontánea, alegre y más sensata que su alocada y simpática madre. Ella comanda una historia de mujeres en la que la escritora alemana disecciona las relaciones con Melanie, Trude y Frida, y las diferencias intergeneracionales que se aprecian en su propio núcleo familiar (tanto con la madre como con la abuela). Los personajes masculinos, bien construidos, no forman parte del núcleo de la historia.
Otras aventuras de Las Gallinas Locas en Canal Lector
Cornelia Funke profundizó en el universo juvenil gracias a la colección Las Gallinas Locas, en un registro muy diferente al que le dio la fama (con la saga Corazón de tinta), estas novelas desenfadadas y divertidas atrapan al lector preadolescente por su prosa rica y atractiva. En las aventuras que vive la peculiar pandilla aparecen temas como la inseguridad que acompaña, a veces, estas edades; la vitalidad, la amistad y el amor, eje central del... Seguir leyendo
Las Gallinas Locas y el amor
La madre de Sardine conducía el coche como si se tratara de un bólido. Ya se había saltado un semáforo en rojo y aceleró para llegar al siguiente, que ya llevaba un buen rato en ámbar.
-¡No te da tiempo! -exclamó Sardine.
La gente desfilaba en manga corta por la calle junto a los escaparates de las tiendas, y el cielo era tan azul que parecía recién pintado. Hacía un día perfecto para ir, por ejemplo, a comer un helado, pero no para salir a ver un dichoso...
-Claro que me da tiempo. -Su madre pisó el acelerador a fondo, pero el semáforo cambió. Pegó un frenazo tan brusco que a Sardine se le incrustó el cinturón de seguridad en el pecho.