A pesar de que se trata de una obra editada a mediados de los años 50 del siglo XX, el poder de las fotografías de este proyecto de la malograda artista austro-húngara Camille Koffler (más conocida como Ylla), mantiene intacto su capacidad de seducción. Considerado uno de los títulos más representativos de la llamada "fotoliteratura", muy popular en otro tiempo, captura las aventuras de dos pequeños osos que deciden desobedecer a su mamá, sin darse cuenta de que esa osadía puede tener peligrosas consecuencias. Perdidos y lejos del hogar deciden solicitar ayuda a otros animales de la zona. Cada instantánea, en blanco y negro, desvela sentimientos y acciones más propias de los humanos, y las conmovedoras relaciones que se establecen con otros habitantes del bosque. A modo de curiosidad, tal y como también recogen los editores en la ficha promocional, la fascinante vida de esta aventurera, que recorrió medio mundo retratando distintas especies en su hábitat, fue una de las inspiraciones de Howard Hawks a la hora de dirigir ¡Hatari!, con guion de la igualmente inolvidable Leigh Brackett y música de Henry Mancini. No fue el único cineasta que se sintió atraido por el trabajo de la artista, uno de los grandes nombres del "octavo arte".
A pesar de que se trata de una obra editada a mediados de los años 50 del siglo XX, el poder de las fotografías de este proyecto de la malograda artista austro-húngara Camille Koffler (más conocida como Ylla), mantiene intacto su capacidad de seducción. Considerado uno de los títulos más representativos de la llamada "fotoliteratura", muy popular en otro tiempo, captura las aventuras de dos pequeños osos que deciden desobedecer a su mamá, sin darse... Seguir leyendo
Dos ositos
Dos ositos, hermano y hermana, se asomaron al mundo. Habían nacido durante el invierno, bajo la nieve que cubría su cálida cueva. Ahora querían salir para sentir el calor del sol, correr sobre la hierba y oler las flores. Aquel día, la mamá osa decidió ir a buscar miel al bosque. Y les advirtió antes de marchar:
- Esperadme aquí. Volveré pronto, no os alejéis de casa, que podéis perderos.