Mamá Musaraña comprueba asustada el alcance de la enfermedad que aflige a su pequeño hijo en la Enciclopedia médica del doctor Ponteluma. El único remedio conocido para paliar este mal es una cucharada de miel de luna pero, ¿cómo conseguirla? El amor y el tesón guían a la protagonista en una insólita travesía hasta el satélite, en la que recibirá la ayuda de distintos personajes, algunos no ocultan sus intenciones depredadoras, otros simbolizan la bondad y permiten seguir confiando en los desconocidos. Por el camino presenciará espectáculos irrepetibles, como la estampida provocada por los malos sueños, perfectamente entendible en un mundo yermo y gris. Con aroma de cuento clásico, el autor propone una aventura conmovedora de la que no dudarían un segundo en formar parte cualquier padre o madre. El relato, ilustrado con elegancia en siete capítulos, destila afabilidad y buenos sentimientos e integra los elementos fantásticos, por momentos inquietantes, con pinceladas de humor, como esa conversación que tiene lugar con la reina y que podría producirse en cualquier tarde de parque. Los lectores disfrutarán con el particular universo creado en el libro, a medio camino entre los cuentos que aparecían en The Storyteller, la mítica serie televisiva de Jim Henson, y los elementos propios que caracterizan reconocibles relatos de amor fraternal que forman parte de la historia de la literatura infantil más reciente.
Mamá Musaraña comprueba asustada el alcance de la enfermedad que aflige a su pequeño hijo en la Enciclopedia médica del doctor Ponteluma. El único remedio conocido para paliar este mal es una cucharada de miel de luna pero, ¿cómo conseguirla? El amor y el tesón guían a la protagonista en una insólita travesía hasta el satélite, en la que recibirá la ayuda de distintos personajes, algunos no ocultan sus intenciones depredadoras, otros simbolizan la bondad y... Seguir leyendo
Miel de Luna
El último día de enero, a última hora de la tarde, en lo profundo del bosque, Mamá Musaraña se preocupaba por su pequeñín, que estaba enfermo
No sabía qué era lo que tenía su pequeño Hugo. Los pies le ardían, tenía la frente helada y no paraba de dormir y dormir.
Consultó la Enciclopedia médica del doctor Ponteluma: investigación y guía de la salud. Y bajo el encabezado de PIES ARDIENTES, FRENTE FRÍA y SUEÑO CONSTANTE, leyó:
Causa desconocida para una enfermedad peligrosísima. El único remedio conocido es una cucharada de miel de luna.