Igual que en su día Llanos Campos recuperó los elementos propios de la literatura protagonizada por piratas desde una nueva óptica, una obra también premiada con uno de los galardones más veteranos y populares de la LIJ, el Barco de Vapor, Cristina Fernández retoma algunos elementos arquetípicos de las novelas clásicas de aventuras para transformar radicalmente sus parámetros y ofrecer nueva luz a la literatura de este cuño. Un delicado homenaje al poder que ejercen sobre nosotros las raíces familiares que reivindica la importancia de los amigos en ese periodo crucial de nuestras vidas -la infancia-. A través de las vivencias de una niña llamada Jack, quien reparte sus afectos entre dos padres y cuenta entre sus colegas con un sireno (tal y como indica la autora, una forma de “romper” con las expectativas que asegura un escenario tan atípico como necesario en la sociedad contemporánea); nos adentramos en una trama ambientada en Isla Cangrejo, un paradisiaco escenario en el que se produce la misteriosa desaparición de sus progenitores, espita que provoca la configuración de un peculiar y divertido equipo de búsqueda, comandado por Jack, que nos lleva a conocer la particular naturaleza y mitología del archipiélago, un derroche de imaginación y buen humor -con trazas de inteligente crítica social- que parte de una sencilla premisa: para transformar las cosas negativas debemos tener fe en nosotros mismos y ser capaces de reinventarnos. El apartado gráfico corre a cargo del madrileño David Sierra Listón, uno de los ilustradores jóvenes más interesantes del panorama actual de la literatura infantil y juvenil. ¿Preparados para vivir aventuras únicas? No dejéis pasar este barco…
Igual que en su día Llanos Campos recuperó los elementos propios de la literatura protagonizada por piratas desde una nueva óptica, una obra también premiada con uno de los galardones más veteranos y populares de la LIJ, el Barco de Vapor, Cristina Fernández retoma algunos elementos arquetípicos de las novelas clásicas de aventuras para transformar radicalmente sus parámetros y ofrecer nueva luz a la literatura de este... Seguir leyendo
Jack de los Siete Mares
ME LLAMO JACK. Jack Mullet de los Siete Mares. Mi apellido es tan largo porque tengo dos padres y, cuando me adoptaron, ambos querían que su apellido fuera primero. "Mullet" viene de mi padre John Mullet, el pirata más feroz del mar Caribe.
"De los Siete Mares" viene de mi padre James de los Siete Mares, el pirata más valiente de las Bahamas.
Los dos están retirados.
Vivimos en isla Cangrejo. Después de asaltar tantas ciudades y pueblos en el mar Caribe, mis padres no encontraron un lugar donde asentarse, así que cruzaron la jungla de Panamá a pie, robaron un velero en un pueblo costero y navegaron por el océano Pacífico hasta que una gran tormenta de olas como ballenas los arrojó a la playa.