El espíritu de obras inmortales como La llamada de lo salvaje y otros títulos de Jack London planea irremediablemente sobre la nueva y excelente novela gráfica de Núria Tamarit, una autora que título tras título se está haciendo un hueco entre las grandes creadoras contemporáneas en el cómic español. Aplica una interesante mirada de género otorgando el protagonismo a una joven valiente a la que no le queda nada en la vida y que decide romper las reglas y aventurarse en tierras desconocidas seducida por la fiebre del oro, desafiando así las reglas imperantes y enfrentándose con valentía a un mundo hostil, machista y violento. Superado el engaño inicial para participar en la única expedición que aparentemente acepta chicas entre sus filas y tras salvar la vida de una de las perras que acompañan al grupo, inicia una dura travesía en la que tendrá que sobrevivir gracias a su instinto y al apoyo del animal y, posteriormente, de Opa, la médico; y Tala, una guía que también ha sufrido las maldades de los otros buscadores, a cuyo jefe tendrán que enfrentarse en el más crudo invierno si quieren conservar la vida. Tamarit propone una secuenciación jalonada de didascalias o cartuchos narrativos en los que inserta reflexiones personales y enseñanzas aprendidas, sobre todo, de su abuela, alternando presente y pasado con variados flashbacks diferenciados por usos distintos de los colores, y numerosas sorpresas que mantienen la tensión durante toda la trama. Una novela gráfica que sabe combinar los mejores ingredientes del género de aventuras con una mirada fresca y actual gracias a la magnética personalidad de su protagonista.
El espíritu de obras inmortales como La llamada de lo salvaje y otros títulos de Jack London planea irremediablemente sobre la nueva y excelente novela gráfica de Núria Tamarit, una autora que título tras título se está haciendo un hueco entre las grandes creadoras contemporáneas en el cómic español. Aplica una interesante mirada de género otorgando... Seguir leyendo
Loba boreal
Su tierra y la mía no se parecen en nada.
Están separadas por miles de kilómetros y un inmenso océano.
Sin embargo, aún hoy, y a pesar de la distancia...
...seguimos compartiendo los mismos enemigos.
PANG
Yo no conseguí derrotarlos. Es más, diré que casi me vencen.