En la paradisiaca isla en la que transcurre esta historia Goldy se siente el líder absoluto. Cree que está llamado a ser una estrella y lo intenta demostrar a través de cabriolas (sin mucho estilo); canciones (desafinadas); y otras desafortunadas actuaciones. Por si fuera poco, tampoco su actitud con el resto de habitantes es muy educada (se cuela el primero en los desayunos, molesta en las siestas a los más pequeños y demuestra tener poca educación en todo momento). Cansada de sus gritos y desfachatez la comunidad de gecos decide rechazar su presencia y obligarle al exilio. En ese camino, sin atisbos de arrepentimiento, descubre la realidad de su "talento" gracias al poder del eco y, especialmente, a una mariposa que confiesa con sinceridad el problema que ella advierte. Con clara influencia de sus trabajos en el cine de animación, los autores elaboran un atractivo desarrollo visual para un relato de redención que trata de dibujar a los pequeños lectores los problemas que genera la falta de autocrítica o sinceridad en una sociedad. La fábula, en el fondo, sigue la estructura clásica, culminando el relato con una defensa de la empatía como bien necesario para mantener la convivencia siempre con la mejor salud.

En la paradisiaca isla en la que transcurre esta historia Goldy se siente el líder absoluto. Cree que está llamado a ser una estrella y lo intenta demostrar a través de cabriolas (sin mucho estilo); canciones (desafinadas); y otras desafortunadas actuaciones. Por si fuera poco, tampoco su actitud con el resto de habitantes es muy educada (se cuela el primero en los desayunos, molesta en las siestas a los más pequeños y demuestra tener poca educación en todo momento). Cansada de sus gritos y desfachatez la comunidad... Seguir leyendo