Nuestras manos tienen un poder sanador y sirven como catalizador del amor, de la creatividad o de la paz interior. Los artistas utilizan sus extremidades para dar forma a sus creaciones, los fisioterapeutas ejercen con ellas habilidades que corrigen los problemas del cuerpo humano, los bebés comienzan a descubrir el mundo a través de los dedos. También las manos disipan el dolor y nos ayudan a conocernos con mayor profundidad. A través de la conversación entre una abuela y su nieta aprendemos las infinitas virtudes y posibilidades que atesoran, guiados por la sabiduría que rezuman las palmas de nuestros ancestros, labradas en multitud de oficios -algunos desaparecidos-; mucho antes de que la tecnología actual las condenase a un permanente teclado. Poesía en formato ilustrado, para disfrute de mayores y pequeños, que enseña a curar el dolor y apreciar esas "antenas del alma" que cita Elena Bernabé. Los textos fueron publicados con anterioridad en su primer libro, Alla conquesta delle stelle. Mención especial merece también el trabajo, de gran realismo, realizado por la artista Alba Azaola, que consigue intensificar las emociones que transmite la conversación entre la anciana y la joven.
Nuestras manos tienen un poder sanador y sirven como catalizador del amor, de la creatividad o de la paz interior. Los artistas utilizan sus extremidades para dar forma a sus creaciones, los fisioterapeutas ejercen con ellas habilidades que corrigen los problemas del cuerpo humano, los bebés comienzan a descubrir el mundo a través de los dedos. También las manos disipan el dolor y nos ayudan a conocernos con mayor profundidad. A través de la conversación entre una abuela y su nieta aprendemos las infinitas virtudes y... Seguir leyendo
Con las manos
- Abuela, ¿cómo se puede aguantar el dolor?
- Con las manos, cariño. Si lo haces con la mente, el dolor, en lugar de suavizarse, se hace aún más fuerte.
- ¿Con las manos, abuela?