Las sectas llevan haciendo mella en todos los estratos sociales desde tiempos remotos. Son un arma de destrucción sutil de la personalidad de muchos ciudadanos y una de las razones por las que se producen desapariciones de menores en todas las partes del mundo. Continúan representando una lacra a pesar de los constantes cambios de nuestras sociedades. María Menéndez-Ponte, escritora que no necesita presentación por su larga y exitosa carrera en el campo de la literatura infantil y juvenil, retoma este asunto en una novela ambientada en un terreno que conoce muy bien, la adolescencia, y que sirve como hilo conductor para tejer la trama. La relación entre dos amigas pasa por dificultades. A su llegada a tierras gallegas para pasar el verano, Amaranta advierte extraños comportamientos en Sol, acciones incoherentes que ponen en alerta a la protagonista y que servirán como desencadenante para descubrir verdades insospechadas. Una narrativa ágil, trufada de variados temas que también acaparan el interés de los jóvenes y estructurada en capítulos breves e intensos que atraparán, sin duda, a los amantes del thriller.
Las sectas llevan haciendo mella en todos los estratos sociales desde tiempos remotos. Son un arma de destrucción sutil de la personalidad de muchos ciudadanos y una de las razones por las que se producen desapariciones de menores en todas las partes del mundo. Continúan representando una lacra a pesar de los constantes cambios de nuestras sociedades. María Menéndez-Ponte, escritora que no... Seguir leyendo
El desorden de tu voz
Amaranta levantó la vista del libro y se dio cuenta de que el paisaje había cambiado radicalmente. Como por arte de magia habían desaparecido las llanuras pajizas, la tierra cuarteada por el sol, las cunetas sedientas, el adobe reseco… y había surgido una campiña de un verde tan lujurioso que emborrachaba sus sentidos como un potente licor de menta.
Cada vez que salían de un túnel, el mundo le parecía nuevo, recién estrenado.
Los campos palpitantes.
El sol rojo de la tarde a punto de reventar, como una inmensa granada madura.